Caminando de la mano de María de Polanco y Guy Jones he podido ver de cerca el crecimiento y el aprendizaje de quienes no se conforman con la suerte del principiante, de los que de manera generosa, comparten el camino recorrido, he aprendido que el que no sabe y pregunta, no debe pasar ninguna vergüenza, que el querer saber es el fin, pero que lo mejor es el camino y doy fe de ello, porque María me lo ha enseñado sin tapujos y lo vivimos juntas en nuestra escapada a la Dive Bouteille en 2012 ¡gran viaje!

Maria, Guy y Lucas, están instalados en Cruïlles, Baix Empordà, a los pies de las Gavarres. Siempre han tenido muy claro el tipo de viticultura y de vino que querían hacer y para ello se han dejado llevar por sus intuiciones y también se han dejado asesorar. La implicación que tienen con el entorno, con la vida, la viña, los árboles (María los abraza y lo hace de corazón), los animales... es un subidón de energía para los que les visitamos, pero la realidad es que el clima es caprichoso, hacer el vino que uno quiere no siempre es fácil y venderlo también tiene sus dificultades, pero aún así, pasando por una bajada del consumo de vino, una crisis generalizada y una mala añada éste 2013 en el Empordà, ellos ¡lo han conseguido! gracias también al buen entendimiento que están teniendo con Fredi Torres, pero me vais a permitir que aplauda sobre todo a María y a Guy por su constancia y coherencia.

Sus vinos reflejan su trayectoria, puedes visitar su web Sota els Àngels donde encontrarás información detallada, pero a mi, lo que me ha emocionado éstos días es ver como el camino ya no sólo les lleva, sino que son ellos los que lo construyen. 

El ejemplo, éstos dos vinos:

Entre ellos hay 3 años de diferencia. Sota els Angels 2010, etiqueta a mano, su primer vino natural y experimental fruto de sus necesidades de poca intervención en el proceso. Todavía me queda ésta botella que me regalaron por mis 41 años, un día de lluvia.

Flow 2013 (blanco y tinto) vino natural resultado de una mala añada, una pedregada en primavera que afectó las cepas, vino rechazado por la DO Empordà, vino que refleja la voluntad de María y Guy, resultado tremendamente bueno de los que algunos veían difícil de conseguir, ya que a veces “el sitio en el que quieres vivir... no es el mejor para la viña”, vino personal que les va a abrir muchas puertas, vino para abrir una botella tras otra, vino, vino, vino...

Haber vivido de cerca los logros de Sota els Àngels, me lleva a cuestionarme frases tópicas del vino:

1. ¿Las malas añadas producen realmente malos vinos? o así nos lo han hecho creer
2. El famoso “terroire” ¿no debería referirse sobre todo a las personas?
3. Las denominaciones de origen ¿no deberían reflejar todas las realidades de un territorio? creo que empiezan a estar obsoletas y deberían actualizarse.
4. Los parámetros de cata que nos han enseñado ¿son válidos para todos los vinos?

Si quieres respuestas, tendrás que beber Flow 2013 de Sota els Àngels y contestarlas tu mismo, por lo que a mi respecta es un vino que expresa toda la fruta fresca, tierra, arcilla, profundidad aromática, flores lilas, intensidad y ligereza en boca, sorprendente de trago fácil, paso mediterráneo del camino Sota els Àngels.

Clara Isamat 2 abril, 2014.