Dicen que elaboran vinos con alma. Ya el nombre, Sota els Àngels, deja adivinar el trasfondo lírico de esta nueva bodega en el corazón del Empordà, que elabora una pequeña y mimada selección de caldos biodinámicos. El proyecto parte de una familia que, hasta hace bien poco, nada tenía que ver con el mundo de la enología: hay veces en que los impulsos románticos son los que dan sus mejores frutos.
Bien podría haber seguido los pasos de su padre, el desaparecido magnate del Grupo Prisa Jesús Polanco, pero el destino de María J. Polanco (J. de Jesús) le tenía reservado otras sorpresas. Aunque se dedicó varios años a la edición, al fotoperiodismo y al cine independiente (vivió 13 años en Nueva York), un bautizo en Gales le cambió la vida. Allí se enamoró de su actual marido, Guy Jones y, como él mismo dice entre risas, “gracias a mi magnetismo decidió quedarse en mi tierra”. Allí se dedicaron a la actividad agrícola de Guy y tuvieron un hijo, Lucas, pero algo faltaba: “María siempre me preguntaba dónde estaba el sol”, explica. Así que buscaron un destino más luminoso hasta que encontraron una preciosa masía típica en el corazón del Baix Empordà (Girona), en el municipio Crüilles-Monells-Sant Sadurní de l’Heura, y bajo la montaña que le da nombre, Els Àngels. Rodeada de ocho hectáreas de viñedo, decidieron dedicarse a elaborar vinos con el asesoramiento, hasta hace dos años, del enólogo Jaume Serra y de su equipo de Carops.
Su intención era “cuidar de sus vinos como de un bebé” y por eso, y por la vertiente espiritual de María, optaron por elaborarlos de manera biodinámica, es decir, siguiendo las fechas de la luna. Su biblia, Calendario de agricultura biodinámica explica por ejemplo que hay que plantar durante la luna menguante. Y hacen cosas tan bizarras como enterrar un cuerno con boñiga durante un año para después desenterrarlo, echar el excremento en un bidón con agua de lluvia tibia, deshacerlo y después esparcirlo sobre el terruño, si mal no he entendido a Guy en su inseguro español. Con toda una serie de cuidados artesanos y naturales, logran que la uva tenga más sabor, explica.
Elaboran el tinto Sota els Àngels con las variedades merlot, syrah, samsó, cabernet sauvignon y la poco frecuente carmenere (la añada 2007 cuesta 39,5 € y la 2008, 38,5 €); el blanco, con viognier y picapoll (2011, 28 €) y el más económico Desea, con carmenere, merlot, cabernet sauvignon, cariñena y syrah (20 €). Ahora, además, están jugando con el vino natural, sin sulfitos y, claro, mucho más rústico.
Chefs como los hermanos Roca, Carme Ruscalleda, Sergi Arola y Martín Berasategui ya se han rendido a los encantos de los selectos caldos Sota els Àngels. Como define Josep Roca, el sumiller de El Celler de Can Roca: “Sota els Ángels 2007 muestra juventud y casta. Un cesto de frutos rojos y negros, aliñado con eucaliptos y mentolados. Guy y María J. Buscan un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu, probablemente su vino proyecte su filosofía mostrando la armonía entre las partes agrícolas (mente), la calidad de la uva (cuerpo) y el color, aroma y el sabor del vino (espíritu). Felicidad emocional para su historia de calma y vinos”.
Los vinos de la bodega ampurdanesa pueden comprarse en el mismo lugar donde los hemos catado: La Cuina d’en Garriga (Consell de Cent, 308, Barcelona. Teléfono 932 157 215). A medio camino entre un colmado y un restaurante, este pequeño pero coqueto espacio ofrece una cocina sencilla pero de primerísima calidad, de esa que te hace entornar los ojos y disfrutar de cada bocado como si nunca hubieras comido. Arenques, anchoas, ensalada de tomate con burrata, lentejas con foie, hamburguesa, pastel de chocolate… Un baile de delicias selectas para acompañar un vino selecto. Poesía con poesía.
Fuera de Barcelona, puede encontrarse en Vins i Licors Grau (Torroella, 163. Palafrugell; con opción de venta online) y en Pinkleton (Mercado San Miguel, Plaza San Miguel s/n. Madrid).
Isabel Loscertales | Gastronomistas.com | 10 de abril de 2013